Definición: Es una contracción aguda, intensa, dolorosa, involuntaria de los músculos tríceps detrás de las piernas y a veces en los pies. Ocasionalmente puede haber un calambre de otros músculos, como un músculo abdominal. Se caracteriza por dolor agudo, de aparición violenta y que es transitorio. Aparecen por lo general al estirar demasiado la pierna después de un tiempo de inactividad. Suelen deberse a un desbalance electrolítico, secundario a vómitos o diarrea o deshidratación, pero por lo general no se encuentra una causa precisa. Suelen ocurrir durante el embarazo. También aparecen después de ejercicios desmedidos, como al final de una maratón o durante deportes prolongados. Es la resultante a veces de pequeños desgarros o contusión de los músculos. Parece ser más frecuente en personas con hiperlaxitud de las articulaciones. No confundir con el “dedo en gatillo”, en que un dedo queda flectado, y hay que estirarlo con la otra mano, lo que es muy doloroso. Esto se debe a una tendinitis y responde bien a una inyección con cortisona y novocaína. La hipocalcemia (calcio bajo en la sangre), puede producir una contracción de lo todos los dedos de una mano, en forma transitoria, se le conoce como el “Signo de Trousseau” y sucede a veces después de una operación a las paratiroides.
Prevención: Evitar deshidratación, ejercicios o deportes demasiado intensos, evitar el exceso de fatiga y tratar desbalances electrolíticos. Evitar inactividad prolongada, mover las piernas o pararse y caminar. Al estar en cama y desear estirar las piernas, hacerlo pero no hasta el máximo, sino con moderación. Los ejercicios del tobillo y pies ayudan a prevenirlos. Se recomienda estando en posición de pie, doblar el tobillo y levantar la punta de los pies, sin dejar de apoyar el talón en el suelo. También ayuda empinarse y soltar. Repetir estos ejercicios unas 10 a 15 veces, dos veces al día, durante unos días.
Tratamiento: En el momento del calambre, es recomendable extender la extremidad al máximo, para vencer la contractura de los músculos. Si es posible es mejor botarse de espaldas y que otra persona le ayude a extender la rodilla y flectar el tobillo. En ocasiones el Magnesio ayuda a prevenir calambres y por eso se suele recetar Magnatil o Magnatil Calcio, una tableta 2 veces al día, por unos días. El potasio también suele ayudar.
DR. JAIME BRAVO SILVA
Reumatología-Osteoporosis
Revisado: 26 de Marzo del 2004